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Líderes

Victorio
Victorio

Posible fotografía de Victorio

Victorio

(¿1.825? - 1.880)

Apache Mimbreño

 

Poco se sabe de la infancia y adolescencia de Victorio, jefe de guerra apache nacido en torno a 1.825 en Black Range (Nuevo Méjico), perro lo cierto es que a partir de 1.850 es -con a Gerónimo, Cochise, Nana y Mangas Coloradas (de quien aprendió sus tácticas y estrategias)- en el terror de los colonos blancos asentados en el territorio y de los mejicanos al sur de la frontera. Junto a trescientos guerreros -entre los que contaba con su propia hermana menor Lozen-. chiricahuas y mescaleros, mantuvo en jaque al ejército norteamericano mediante el manejo ejemplar de la estrategia y la movilidad de sus fuerzas.

 

En 1869 se estableció con su banda en las proximidades de fuerte Craig (Nuevo Méjico) a la espera de la apertura de una nueva reserva, en Ojo Caliente, prometida por el Gobierno federal. De manera creciente, la incipiente reserva fue siendo invadida por colonos blancos que ansiaban hacerse con derechos sobre las tierras cultivables, encrespando el ánimo de los nativos residentes, sin que ni el ejército ni los responsables gubernamentales realizaran actividad alguna para evitarlo.

 

El 20 de abril de 1.877 se cumplieron los peores presagios cuando -a mitad de la maduración de las cosechas que permitirían la manutención de la gente- el Gobernador de la región impuso la orden de traslado a la reserva de San Carlos en Arizona. A pesar de que el desalojo suponía privar a los apaches de sus recursos y dar carta blanca al expolio de los campos, Victorio prefirió llevar a los suyos a su nuevo emplazamiento, donde encontró las más míseras condiciones de vida imaginables., donde la aridez de la tierra les obligaba a depender de los responsables corruptos, que traficaban con cualquier mercancia asignada a la reserva por los fondos federales.

 

Soportando unas ínfimas condiciones de vida durante tres años, acabó por decidirse a escapar y unirse a las partidas de chiricahuas y mescaleros (entre ciento cincuenta y doscientos guerreros) que, bajo el mando de Poinesay, se habían decidido a cruzar la frontera y refugiarse en Méjico, aun a sabiendas de la hostilidad que iban a encontrar en las autoridades sureñas.

 

Comienza, de este modo, un periodo de tres años en el que Victorio demostró su capacidad para sorprender una y otra vez al ejército por su capacidad de movimiento. Comienza, así, un periodo de tres años en las que las constantes incursiones (Fuerte Davis, El Paso…) de los apaches desde Méjico obligó a Washington a la asignación de dos regimientos enteros (9º y 10º) de Caballería para su captura. Ambos regimientos estaban integrados por soldados negros -a quienes sus enemigos designaron "soldados búfalo"-, aunque mandados por oficiales blancos. Más de 1.500 millas recorrieron los soldados del décimo sin que en ningún momento pudieran dar alcance al núcleo principal de guerreros que acompañaban a Victorio en sus raids por Tejas y Nuevo Méjico.

 

Consumado experto de la guerra de guerrillas, demostró su arrojo robando, en cierta ocasión, en las próximidades de Ojo Caliente, cuarenta y seis caballos del campamento del 9ª Regimiento Caballería, causándole nueve bajas y sin sufrir ninguna por su parte.

 

Victorio utilizaba la frontera con Méjico como un elemento más de su lucha contra sus enemigos. La atravesaba hacia el sur para huir de las tropas federales y hacia el norte para escapar de sus perseguidores mejicanos. Con perseguidores en ambos lados, mantuvo en jaque a todos desde su refugio en la Sierra de Candelaria (norte de Chihuahua), derrotando a los contigentes de irregulares que pretendían asaltar se base. 3000$ llegaron a ser ofrecidos por las autoridades como pago por su captura.

 

En el verano de 1.880, el 10º consiguió arrinconar a Victorio en las Montañas de Guadalupe (oeste de Tejas), pero en una épica batalla que duró más de tres horas, los apaches consiguieron evadirse. Ni siquiera el apoyo de los Rangers de Tejas o la incorporación de la milicia local logró hacer viable la persecución.

 

Tuvo que ser una alianza entre Rangers de Tejas, mercenarios mejicanos y apaches pagados para que sirvieran de exploradores los que localizaran a Victorio y los suyos en las montañas de Tres Castillos (estado mejicano de Chihuahua). El 15 de octubre de 1.880 consiguieron arrinconar a los perseguidos y lanzar un ataque que acabó, entre otras, con la vida de Victorio. Los pocos supervivientes -en su mayoría mujeres y niños- fueron trasladados a la capital del estado y retenidos durante años.

Soldado Buffalo