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Líderes

Satanta
Satanta
Satanta

Satanta (Set'tainte -Oso Blanco-)

(¿1.830? - 1.878)

Kiowa

 

Líder kiowa, hijo de un famoso chamán (de nombre, Dos Tiendas) nacido entre 1.820 y 1.830, de gran prestigio, tanto por sus cualidades en la guerra como por su faceta de portavoz de su pueblo.

 

La claridad de su mensaje, exponiendo el punto de vista nativo en el conflicto mantenido por las tribus de las llanuras frente a la irrupción del hombre blanco, provocó que la prensa del momento le apodara con el sobrenombre de "el orador de las praderas".

 

Su presencia ya se hizo imprescindible en tratado de Little Arkansas (1.865). Pese a ser uno de los firmantes, en 1.867, del Tratado de Medicine Lodge, las penosas condiciones encontradas en la reserva en la que quedó confinado (Territorio Indio, en la actual Oklahoma), le llevó a realizar frecuentes incursiones contra las granjas de colonos y las caravanas que cruzaban Tejas y demás regiones del suroeste.

 

En 1.871, cuando fue acusado de asesinato, en pleno juicio se enfrentó de modo desafiante a la corte que le juzgaba con palabras tan arrogantes como "Yo soy un gran jefe entre mi gente..., si me matáis veréis cómo se prende la pradera... arderá todo, será un fuego terrible". Pese a la condena a muerte dictada por el tribunal, el Gobernador de Tejas -consciente de la realidad de sus palabras- conmutó la sentencia a cambio de cadena perpetua.

Dos años más tardes, ante el peligro de levantamiento kiowa, descontentos con el confinamiento de su líder en la Penitenciaria de Huntsville, las autoridades blancas se vieron obligadas a su puesta en libertad el 19 de agosto de 1.873. Satanta prosiguió con su política de enfrentamiento directo ante lo que consideraba la usurpación de sus territorios ancestrales.

 

De hecho, en junio de 1.874, tomó parte del ataque de más de medio millar de guerreros kiowa, comanche (liderados por Quanah Parker), cheyenne y arapahoe, contra el campamento de Adobe Walls -que servía de base a los cazadores blancos de búfalos, acostumbrados a provocar masacres entre los animales, sin otro interés que la obtención del máximo beneficio a corto plazo y dejando sin la principal fuente de alimento a las tribus de la región.

 

Acosado por las tropas del ejército, Oso Blanco no tuvo otra opción que capitular en octubre de ese mismo año. Incapaz de soportar un futuro privado de libertad, se suicidó, colgándose de los barrotes de la ventana de su celda, en la prisión-hospital de Fort Sill, en la que estaba recluido.

 

 

 

Yo amo esta tierra y a los búfalos y no partiré con ellos. Quiero que usted entienda bien lo que digo. Escríbalo en papel... Tengo frecuentes entrevistas con las personas que me envía el Gran Padre Blanco, pero ellos nunca cumplen sus compromisos. No deseo ninguna de las casas-medicina (escuelas y iglesias) en mi tierra. Quiero que los niños crezcan como yo.

He oído que ustedes piensan establecernos en una reserva cerca de las montañas. No quiero ir a allí. Me gusta vagar por de las praderas. En ellas me siento libre y feliz.

Desde hace mucho tiempo esta tierra perteneció a nuestros padres, pero cuando me acerco al río sólo se ven las barracas de los campamentos de los soldados. Soldados que acaban con la madera, que matan mis búfalos.

 

Cuando contemplo la escena siento que mi corazón se despedaza".

 

Satanta