Líderes
Asesinato de Caballo Loco
Pictograma que representa a Caballo Loco
Caballo Loco
Tashunka Witko
(1840 - 1877)
Lakota Oglala
Líder guerrero, de innegable talento táctico y valor, artífice del planteamiento estratégico de la batalla de Little Bighorn, en el que sucumbió gran parte del 7º Regimiento de Caballería, comandado por el general George Armstrong Custer.
Junto a Toro Sentado y Nube Roja forma la gran trilogía de grandes líderes sioux.
Casado con una mujer de estirpe cheyenne -muestra de los lazos de solidaridad entre ambas naciones-, daba gran importancia a sus sueños premonitorios. De hecho, su nombre, aquél por el que ha pasado a la historia, proviene de un sueño en el que vio bailar ante sus ojos a un caballo salvaje.
Su capacidad como líder en combate ya fue demostrada con su participación en la -llamada así por los blancos- "Masacre de Fetterman", en diciembre de 1.866, en la que ochenta soldados bajo el mando de dicho oficial perdieron la vida en las proximidades del fuerte Phil Kearny, durante la denominada "Guerra de Nube Roja", emprendida por las tribus de las praderas ante la creciente afluencia de colonos, tramperos y mineros, en sus territorios sagrados y en las regiones tradicionales de caza del búfalo.
Tras negarse a la firma del Tratado de Fort Laramie (1.868) -en el que las autoridades de Washington reconocían la inviolabilidad de las tierras de lakotas y cheyennes-, decidió asentarse al oeste de la Gran Reserva Sioux, dentro de los territorios de caza "no cedidos" a los blancos.
En diciembre de 1.875 se ordenó desde Washington el confinamiento de todos los indios que se hallasen fuera de los límites extrictos de la reserva, con el pretexto de evitar incidentes con bandas hostiles que no acataran la autoridad federal. Con tal intención se planificó, en 1.876 la campaña emprendida en Montana por el ejército, en la que tres columnas diferentes (este, oeste y sur) embolsarían -en un movimiento de pinza- a los renegados.
El 17 de junio de 1.876 los 1.500 guerreros sioux y cheyenne, con Caballo Loco a la cabeza, consiguió contener, primero, y hacer retroceder, después a los mil trescientos soldados -comandada por el General Crook- que, desde el sur, formaban la columna que días antes había salido de Fort Fetterman. La victoria nativa del río Rosebud desmontaba ya la estrategia pretendida por el General Sheridan y, además de posibilitar una vía de escape en caso de necesidad, servía de acicate en la moral de resistencia contra la presión de las tropas federales.
Su decisiva participación, días después, en la batalla de Little Bighorn le convirtió en un mito para su pueblo y en uno de los personajes más odiados entre los blancos, junto a Toro Sentado. Casi de inmediato, el ejército organizó la persecución que, en el caso de Caballo Loco, dio sus frutos en enero de 1.877, cuando el General Nelson A. Miles logró sorprender al líder oglala en su campamento de invierno. Aunque consiguió escapar, la situación -sin alimentos ni protección para su gente- se volvió insostenible y, pocos meses, después se rendía al General Crook (el mismo al que había derrotado en junio en Rosebud) para ser traladado a la Agencia de Nube Roja, en Nebraska.
Descontento con las condiciones de su reclusión, los rumores sobre sus posibles intenciones de evasión, llevaron a las autoridades militares del puesto a recluirle en una celda de Fort Robinson. Murió asesinado -a punta de balloneta- a manos de soldados el 5 de septiembre de 1.877.