James Ayers

(1.969)

Nacido en Arizona, sin sangre nativa en sus venas (como el mismo aclara a la pregunta que frecuentemente se le plantea), James Ayers of Flagstaff lleva ya más de veinte años reflejando en sus trabajos, de manera magistral, la vida y las costumbres de muchos de los pueblos originarios del continente.

Criado en Boston, en el seno de una familia de adopción, y destacando muy pronto sus cualidades para el dibujo y la composición artística, cursó estudios en la Escuela de Diseño de Rhode Island. Su pasión por la veracidad de su obra le llevó a investigar en persona el material y las vivencias de los protagonistas de sus obras. Y así, en 1.991 se embarca en una serie de viajes (incluso por África), como manera de engarzar tradiciones, paisajes y personajes, de los que empaparse hasta en los más mínimos detalles de sus tradiciones (sus utensilios, vestimentas, armas…).

Y ese trabajo minucioso de reconstrucción cultural se refleja en sus exposiciones, a un ritmo de casi una por año, en la que los personajes se encuentran arropados en un contexto históricamente veraz, devolviendo al presente imágenes de un pasado, pleno de color y dignidad. Desde los iroqueses del noreste hasta los arapahoes de Wyoming, pasando por los artesanos navajos o los chamanes hopis lakotas, todos sus personajes de sus obras sirven de puente entre el pasado y el presente.